martes, 26 de julio de 2011

Yes!



La abstinencia literaria no nos tiene tan locos. No tenemos nada de qué escribir porque no tenemos nada de qué quejarnos. No necesitamos música intensa ni necesitamos llorar o gritar. Nos apasiona nuestra vida, nos apasiona como la vivimos. Nos encanta cómo las cosas que antes nos afectaban ya no nos afectan. Nos encanta como sentimos que somos fuertes y que nada que no valga la pena nos puede hacer daño. Nos encanta la seguridad con la que caminamos por la calle, la seguridad con la que hablamos frente a un público de 2, 20 o 200 personas. Nos encanta como bailamos. Nos encanta, hoy, sabernos una buena persona. Nos fascina saber qué queremos. Nos encanta saber que podemos amar. Nos encanta estar rodeados de gente que vale la pena, y saber alejarnos de la que no lo vale. Nos encanta saber que no necesitamos a nadie, y saber que si tenemos a alguien al lado es porque así lo queremos. Nos encanta reírnos de nosotros mismos. Nos encanta quiénes somos. Nos encanta porque nos costó. Nos encanta que no haya sido fácil. Y eso nos llena de orgullo. Y eso nos encanta.