viernes, 5 de julio de 2013

Mente en Blanco

Las rayas en las veredas y los sardineles del malecón ven pasar mis pies que me llevan con determinación hacia absolutamente ninguna parte. Hace frío.

Quiero mantener mis BPM por encima de 100x, porque es a partir de ese punto en el que- ///Basta.

Me detengo súbitamente junto al Puente Villena y miro a mi alrededor desconcertado porque no tengo idea de a dónde estoy yendo. No sé qué quiero hacer o qué debería estar haciendo. Me cansé del estrés, del superyó y de las expectativas. Más de las propias que de las ajenas.

No sé si son el tiempo libre y la preocupación innecesaria de una mente desocupada. Decido poner la mente en blanco. Blanco y no pensar en nada, solo en una línea imaginaria que marca los latidos de mi corazón, al ritmo al que le provoque ir. Cada vez que un pensamiento intrusivo entra en mi cabeza lo bloqueo. Hoy no voy a pensar en nada ni en nadie. Nada vale la pena más que esforzarme por sentir paz. Y cuando dejo de esforzarme y logro poner la mente en blanco, la siento, y por un momento nada importa.



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