martes, 11 de enero de 2011

No Hay Sin Suerte

El Metropolitano está desolado el domingo a las 6am. Julia mira cansada hacia los lados, sus ojos oscuros, empujados en su cara arrugada por los años recorren la longitud del bus, escaneando tranquilamente los cincuenta y cuatro asientos vacíos. “Estación Angamos”.  Julia –porque así deberían haberle puesto- despierta a Augusto, su esposo, que se pone de pie audazmente, dobla su periódico y la ayuda a bajar los dos costales de yute blanco que llevaban a sus pies.

El bus queda vacío, excepto por un chico de camisa negra sentado en un asiento junto a la puerta delantera. Ese chico, creo, soy yo, o lo que queda de mí después de un sábadoporlanoche. Mi camisa huele a cigarro, alcohol, colonias y sudor. Lynn, la sueca (así se llama?) me arruga el cuello de la camisa al jalarlo mientras nos pisamos los dedos gordos bailando una salsa más en Lola Bar. “This is SO much fun!” grita con cada vuelta. Mis dedos ávidos desenvuelven el enrollado de lechón que compré, balbuceando, en el grifo de Aramburú con Vía Expresa al módico precio de cinco noventa. Me gusta más el de pollo, pero igual devoro este con la boca abierta; tengo la nariz tapada y me ahogo en las mañanas.

“Te invito una cerveza”, me dicen súbitamente en el oído. Lo había visto bailando hace rato. “No te conozco”, pienso. Una voz hace eco en mi cabeza y me recuerda: “Siempre que un hombre te ofrezca una cerveza, TÓMATELA. Los hombres nos dan alcohol”. Macerándome en los chilcanos de unas horas antes, acepto rápidamente y nos acercamos a la barra. “Dos cusqueñas”. Su cuerpo roza el mío.

Empezamos a conversar. Conversamos con los ojos, conversamos con las manos, conversamos con los labios y la lengua y los ojos una vez más. "Bailamos?"

No era ni guapo ni holandés, ni alto ni al revés, pero me desperté el domingo en la tarde y me veía a mi mismo metido en una maleta. Vivía en un depa por Aramburú con la Vía Expresa, chiquito pero lindo. Me río ahora, pero no creo que me la jugaría de nuevo. No hay cabro sin suerte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario